En España hay 122.838 pequeñas empresas, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se caracterizan por tener entre 10 y 49 trabajadores y un volumen de negocio no superior a los 10 millones de euros.
Muchas son joyas por descubrir. Si quieres invertir en una, para tratar de identificarla es fundamental realizar una investigación exhaustiva y tener en cuenta varios factores clave que te ayudarán a tomar una decisión informada. Te contamos 10 aspectos que debes analizar:
De partida, las inversiones en empresas más pequeñas suelen conllevar un mayor riesgo en comparación con las empresas más grandes que, por su tamaño son más resilientes. Son más volátiles, sensibles a cualquier cambio de mercado, suelen tener mayor dependencia de pocos clientes y tienen un acceso más limitado a recursos financieros y humanos.
Ahora bien, a nivel de retorno tiene su atractivo:
Investiga a fondo la empresa en la que estás interesado en invertir. Conoce su modelo de negocio, productos o servicios, su situación financiera actual y proyecciones futuras y ventajas competitivas. Revisa su historial de desempeño y analiza cómo ha afrontado desafíos previos. Una ‘due diligence’ te servirá para conocer en detalle todas las ratios financieras de la compañía.
Examina el sector en el que opera la empresa y analiza el potencial de crecimiento en su mercado objetivo. Considera factores macroeconómicos y tendencias que puedan afectar la industria en el futuro. Conoce a sus competidores y cómo se diferencian en el mercado. Un análisis profundo del entorno te ayudará a entender el contexto en el que opera la empresa y evaluar su competitividad.
Averigua quiénes son los directivos de la empresa. Evalúa su experiencia, habilidades y capacidad para enfrentar desafíos y tomar decisiones estratégicas. Un equipo directivo sólido y experimentado puede ser un indicador positivo para el éxito futuro de la compañía.
La sostenibilidad es un valor al alza en cualquier tipo de compañía, independientemente de su tamaño. En el caso de una empresa pequeña, el valor de la sostenibilidad se vuelve aún más relevante, ya que puede tener un impacto significativo en su éxito a largo plazo y en su capacidad para prosperar en un entorno empresarial cambiante y cada vez más consciente del medio ambiente y la responsabilidad social.
Verifica que la empresa cumpla con todas las regulaciones y requisitos legales. Consulta con asesores legales y contables para verificar la situación de la empresa en términos de cumplimiento normativo. Un negocio que cumple con las leyes es más estable y presenta menos riesgos legales.
Asegúrate de tener un contrato de inversión sólido que proteja tus intereses como inversor. Considera los términos de la inversión, como el porcentaje de participación, los derechos y responsabilidades y las condiciones para una posible salida.
Ten en cuenta que invertir en una pequeña empresa puede requerir una inversión a largo plazo, ya que la liquidez puede ser limitada. Considera si es asumible comprometerte con la inversión durante un período prolongado.
Al invertir en una empresa pequeña, asumir cierto nivel de control o participación activa puede ser una estrategia para proteger tus intereses como inversor y para contribuir al éxito de la misma. Sin embargo, la cantidad de control que puedes asumir dependerá de varios factores, como el tamaño de tu inversión, el acuerdo establecido y la voluntad de los fundadores o actuales accionistas.
Consulta con asesores financieros y profesionales con experiencia en inversiones en pequeñas empresas. Su conocimiento y experiencia te ayudarán a tomar decisiones más fundamentadas.
Ahora que ya tienes claro qué aspectos debes tener en cuenta antes de invertir en un negocio de pequeño tamaño, regístrate en nuestra web y busca aquella empresa que pueda encajar en tus objetivos de inversión. Hay más de 1.950 empresas inscritas que buscan un socio para ganar músculo financiero.