Una operación de fusión o adquisición (M&A) es un proceso largo compuesto por diferentes fases. A veces, incluso, puede llegar a abrumar a los compradores y a los vendedores, por eso vamos a ver detalladamente la checklist que se debe tener en cuenta para realizar una transacción de M&A exitosa.
La ‘checklist’ para un M&A de éxito
Fase de planificación inicial
Todo empieza cuando un inversor quiere adquirir una nueva compañía o fusionarse con otra para lograr un determinado objetivo empresarial. Es en ese punto cuando surgen las preguntas sobre cómo empezar y por donde hacerlo.
- Objetivos: en la checklist de la fase inicial se debe empezar siempre por definir los objetivos estratégicos: ¿qué se busca conseguir con la operación? Si es para comprar una empresa debemos preguntarnos qué es lo que buscamos. Puede ser aumentar la cuota de mercado, diversificar el negocio, internacionalizarse, comprarle el negocio a un proveedor, etc. En cualquier caso, lo primero es tener claro para qué se hace.
- ¿Socios?: en esta primera fase también hay que identificar y evaluar posibles objetivos de adquisición o socios para fusión. Es decir, saber si la operación se hará para comprar una empresa o para fusionarse con otra. De nuevo, hay que redundar en qué se quiere conseguir con este proceso de M&A.
- Análisis de mercado: por último, quedaría realizar un análisis de mercado y competencia. Esto es, saber cómo esta nuestro nicho de mercado y cuál es el resultado que provocaría en el sector ese proceso de M&A. Además de realizar un estudio para saber cómo se encuentran los principales competidores teniendo en cuenta sus fortalezas y debilidades para poder identificar aquellos puntos que se pueden reforzar tras la fusión o adquisición.
Fase de Due Diligence
- Due diligence financiera: en esta fase hay que empezar por revisar la situación financiera y contable de la empresa objetivo. Lo que se conoce como due diligence financiera. Así podremos saber el estado financiero real para evitar posibles riesgos y también para hacer una mejor valoración del negocio.
- Due diligence legal: además de conocer las cuentas, también es fundamental evaluar riesgos legales, regulatorios y contractuales. Los aspectos legales a la hora de adquirir una empresa son incluso más importantes que los económicos, ya que, si se infringe alguna ley, el proceso de M&A no tendría sentido. Pero no solo eso, también es necesario saber cuál es la situación legal de la compañía, si tiene conflicto abiertos, denuncias o investigaciones o las ha tenido, para ello están las due diligence legales.
- Cultura empresarial: por último, en esta segunda fase también hay que analizar la cultura organizacional y la compatibilidad operativa. Es decir, saber cómo es el proceso de trabajo de la compañía para saber qué grado de compatibilidad se tiene y cómo se puede adaptar a un nuevo escenario.
Negociación y estructuración
- MOU o LOI: es aquí donde se ponen las principales bases del acuerdo empezando por redactar un Memorándum de Entendimiento (MOU) o una Carta de Intención (LOI). Este documento preliminar formaliza el interés entre las partes en llegar a un acuerdo y puede ser vinculante o no vinculante y su objetivo principal es estructurar las conversaciones y alinear las expectativas desde el inicio de la negociación, estableciendo una hoja de ruta clara para el proceso.
- Estructura: en segundo lugar, habría que diseñar la estructura financiera y fiscal óptima. Es decir, qué aspecto tendrá la nueva empresa y cómo se articulará. Puede que simplemente se integre y se absorba dentro de la matriz o que funcione como una empresa aparte, aunque dependa de otra. Hay que buscar la fórmula más óptima, para lo cual es interesante contar con asesores especializados en el área fiscal.
- Transacción: se trata de definir los términos clave de la transacción (precio, forma de pago, etc.). Aquí es donde se elabora el contrato, se incluyen todas las cláusulas y se establecen los aspectos cruciales. La última fase antes de hacer efectivo el acuerdo.
Ejecución
- Contrato: ahora que se ha definido el cómo se hará el proceso sobre papel, queda preparar los documentos legales finales (acuerdo de compra, contratos, etc.). Aquí las partes ya están de acuerdo, el contrato ya se ha redactado y queda su elaboración para adecuarlo a la normativa antes de hacerlo efectivo y proceder a su ejecución.
- Aprobación regulatoria: por supuesto, en este punto es fundamental obtener las aprobaciones regulatorias y de las partes interesadas. El regulador debe dar el visto bueno al proceso de M&A, ya que si no lo hace todo lo anterior puede desvanecerse y habría que empezar desde el principio.
Fase final o post-cierre de la operación
- Reestructuración: Una vez que se ha ejecutado y que la adquisición o fusión es un hecho, queda desarrollar un plan de integración y reestructuración. Saber qué se hará con los trabajadores de ambas empresas, cómo se fusionarán los departamentos, cuál será la nueva mecánica de trabajo, etc.
- Plan de comunicación: en este punto final también hay que implementar estrategias de comunicación interna y externa para garantizar que todo se comunique correctamente, ya que el nuevo escenario afecta a todos los empleados y también a la propia cadena de producción de la empresa.
- Seguimiento: por último, queda realizar un seguimiento del rendimiento y los objetivos post-integración. Saber si se están cumpliendo los objetivos no solamente es necesario para la buena marcha de la empresa, sino también porque en el contrato puede ver algún tipo de cláusula vinculada a ello.