Greene Waste to Energy es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores ilicitanos, químicos de formación. La compañía ha desarrollado una novedosa tecnología que permite eliminar los residuos, utilizándolos para generar energía limpia(eléctrica y térmica), biocombustibles y otras materias primas de alto valor añadido.
En 2003, comenzó el desarrollo tecnológico de lo que hoy es Greene Waste to Energy, aunque la fundación de la empresa no se formalizó hasta 2011. Gracias al apoyo financiero de un inversor privado, la compañía constató su potencial para una implantación mundial con garantía de rentabilidad y desarrollo. En 2019, tras aprobar una due diligence técnica y financiera, recibimos una inyección de capital de 40 millones de euros por parte de Moira Capital, una corporación especializada en proyectos empresariales tecnológicos.
El plan de negocio de la compañía estaba basado en necesidades energéticas y de gestión de residuos a futuro y, aunque en los comienzos se veía clara su necesidad, a nivel ambiental no acompañaban las normativas administrativas para que el proyecto fuese más atractivo económicamente.
Principalmente fue encontrarnos en una carrera tecnológica, necesitábamos instalar las primeras plantas industriales antes que nuestros competidores.
En su momento estuvimos barajando varias opciones para el levantamiento del capital necesario, pero fue Moira quien definitivamente nos conquistó gracias a su modelo de negocio que no es otro que analizar un proyecto y, si les encaja, invertir en él, atrayendo al vehículo de inversión gestionado por Moira a inversores que aportan valor y tienen un horizonte de inversión de medio/largo plazo. Esto hace que sean inversores que entienden perfectamente el negocio y acompañan el desarrollo de la estrategia de la compañía permaneciendo un plazo lo suficientemente largo para completar el plan de negocio establecido, que debe culminar con la salida a bolsa de la compañía. En contraposición se encuentra el capital riesgo al uso que es meramente financiero y cortoplacista para un proyecto como es el de Greene.
Gracias a la entrada de Moira pudimos cambiar nuestro modelo de negocio, a uno basado en la inversión en nuestros propios proyectos, es decir, ya no vendemos nuestra tecnología, sino que nos asociamos con nuestros clientes para ofrecerles una mejora sustancial en la gestión integral de sus residuos, abaratándola y mejorando su RSC. Este modelo es más rentable y sostenible tanto para Greene como para los clientes/socios ya que les permite participar en la planta que gestiona sus residuos sin riesgo.