Tradicionalmente, el miedo a perder el control suele ser la principal excusa para renunciar a ganar tamaño de forma inorgánica. Sin embargo, en un mundo en el que nos hemos acostumbrado a vivir en permanente estado de alerta y ante las necesidades de adaptación de forma rápida, el crecimiento vía fusiones y adquisiciones (M&A, Mergers & Acquisitions, por sus siglas en inglés) va ganando fuerza entre las pymes españolas como mecanismo de crecimiento acelerado y minimización de riesgos.
Podemos identificar hasta cinco ventajas que explican por qué las operaciones de M&A son clave para el desarrollo de una pequeña y mediana empresa:
1.- Consolidación: uno de los principales argumentos a favor de las fusiones o adquisiciones es que se trata de una vía rápida para ganar tamaño (cuota de mercado) y consolidar sectores. En paralelo, reducir la competencia da como resultado ‘players’ más fuertes.
2.- Diversificación: con las operaciones de M&A se tiene acceso a nuevos mercados geográficos o se consolida y amplía presencia en otros donde ya se opera. Asimismo, se entra en nuevos productos o servicios y se ganan clientes o recursos que de otra manera serían difíciles de alcanzar. Ello, además, contribuye a minimizar riesgos.
3.- Talento: es una forma eficaz de adquirir talento y conocimientos especializados. Al unir fuerzas con otra empresa, una pyme puede atraer y retener talento cualificado y experimentado, lo que puede mejorar su capacidad para innovar y desarrollar nuevas soluciones para sus clientes.
4.- Sinergias: la combinación de dos empresas crea sinergias y eficiencias que no serían posibles de manera individual. Por ejemplo, una pyme adquiriente puede aprovechar la experiencia y la tecnología de la adquirida para mejorar sus propios productos o servicios. Estas sinergias también se traducen en economías de escala y reducción de costes que, en consecuencia, mejoran la rentabilidad y competitividad de la compañía resultante.
5.- Sucesión: estas operaciones corporativas son una solución a la falta de relevo generacional que afecta a numerosas pymes en nuestro país. Una situación que se va a acrecentar en la próxima década con la llegada a la jubilación de la generación del ‘babyboom’.
El último informe de KPMG sobre “Perspectivas de M&A en España en 2021”, realizado a partir de una encuesta, confirma estas bondades. Los tres principales argumentos para llevar a cabo una fusión o adquisición son: aumentar la base de clientes (40%), consolidar el mercado (35%) y expansión geográfica (32%).
Para que una operación de M&A tenga éxito en una pyme es importante considerar los siguientes factores:
Las pymes necesitan tener una estrategia bien definida para la operación de M&A. Esto incluye objetivos claros, un análisis detallado del mercado y una evaluación adecuada de los riesgos y oportunidades.
Una debida diligencia de la otra empresa es esencial para asegurarse de que se va a adquirir o fusionar con una empresa sólida y solvente. Esto puede incluir varias ‘due diligence’ más allá de la financiera, como la legal, fiscal, inmobiliaria o medioambiental.
Una vez completada la operación de M&A, es importante asegurarse de que la integración sea efectiva y no genere problemas. Esto implica la creación de un plan de integración detallado y la asignación de responsabilidades claras a los miembros del equipo.
La comunicación es fundamental en todas las etapas, desde la planificación hasta la integración. Esto implica la comunicación regular y transparente con todos los ‘stakeholders’: accionistas, empleados, clientes y proveedores.
La operación de M&A puede implicar cambios significativos en la organización y en la cultura corporativa de la pyme. Por lo tanto, es importante tener una estrategia de gestión del cambio efectiva para ayudar a los empleados y las partes interesadas a adaptarse a la nueva situación.
Finalmente, es importante llevar a cabo una evaluación continua del movimiento corporativo para asegurarse de que los objetivos se están cumpliendo y que la integración está siendo efectiva. Esto permitirá a la pyme ajustar la estrategia y abordar cualquier problema a medida que surja.
El fabricante de componentes para la automoción es una “una historia de integración”, tal y como define el propio grupo. Fundado en 1996 bajo otra denominación, fue ganando tamaño a golpe de adquisiciones e integraciones con pymes hasta que en 2002 se fusiona con Grupo Aforasa, dando como resultado a CIE Automotive. En sus casi tres décadas de existencia, acumula más de 70 operaciones de M&A. En la actualidad, es una multinacional con presencia en 16 países de cuatro continentes y tiene una facturación que supera los 3.800 millones de euros.
Fundada en 1969 por cuatro familias, en los orígenes de este fabricante de piscinas, el crecimiento tanto nacional como internacional fue orgánico hasta que en 2000 se inicia una fase de adquisición de compañías. En 2007 saltó a la bolsa y siete años después se fusiona con la estadounidense Zodiac. Hoy cotiza en el Ibex 35, con unas ventas superiores a los 2.300 millones de euros.
Creada hace casi un siglo, el laboratorio también ha apoyado su estrategia de crecimiento en adquisiciones y fusiones. 2017 fue un ejercicio muy activo en compras como vía para expandirse y diversificar la actividad con el objetivo de prepararse para el crecimiento en esta década y aportar valor a los accionista, empleados y sociedad en general.
Es importante tener en cuenta que no todas las fusiones y adquisiciones son exitosas y que existen riesgos y desafíos asociados con ellas. Por ello, es importante hacer ‘due diligence’ completas, conocer el valor de la empresa con la que uno se va a asociar y recibir asesoramiento de profesionales de operaciones de M&A.