El último lustro se ha presentado convulso para el mercado del M&A. El valor de las operaciones ha pasado de cifras récord en 2021 a caer por debajo del registrado en el año de la pandemia, según datos de PwC. Más llamativo resulta la fiebre que dibuja el número de operaciones, y que pone de relieve que el valor de las mismas ha descendido sobremanera en estos dos últimos ejercicios pese a que por número de deals registran cifras superiores a los años precedentes al récord histórico.
Con esta imagen sobre la mesa, se puede dibujar mejor el impacto que la economía global tiene en las inversiones o adquisiciones de PYMES. Y es que, detrás de las cifras reflejadas en el gráfico hay condicionantes macroeconómicos que aceleran o reducen los procesos de M&A.
Antes de adentrarnos en los datos para visualizar mejor el impacto de las decisiones de política monetaria, hagamos un poco de pedagogía para entender cómo la inflación y los tipos de interés afectan a las inversiones o adquisiciones en PYMES.
Cuando la inflación sube de forma consistente por encima del 2%, los bancos centrales elevan los tipos de interés para reducirla. Al encarecer el precio del dinero, se encarecen los créditos lo que frena la demanda de financiación por parte de los consumidores y empresas ya que los costes de los préstamos son más elevados. Al reducirse el consumo, los precios de alimentos y servicios disminuyen llevando a la inflación al objetivo.
Y viceversa, cuando este indicador está bajo (lo que puede ser una señal de ralentización económica), las autoridades monetarias recortan los tipos para abaratar la financiación e incentivar así al consumo y el crédito.
Ahora que ya se ha mencionado cómo impacta la inflación y los tipos de interés en las condiciones de financiación, veamos su efecto en los procesos de M&A.
Este periodo está marcado por los niveles históricamente bajos de los tipos de interés, situados en el 0% en Europa y en cotas cercanas en Estados Unidos. Se trató de una etapa nunca antes vista en política monetaria debido a que la inflación crecía por debajo de ese objetivo del 2% de forma sostenida y los bancos buscaban impulsar el nivel de precios y, por ende, reactivar las economías que todavía no se habían recuperado de manera consolidada de la Gran Recesión provocada por la caída de Lehman Brothers y su efecto arrastre en el sistema financiero mundial.
En este contexto, la financiación se abarató y las empresas se endeudaron al calor de los tipos bajos lo que animó el mercado del M&A para crecer vía apalancamiento. El acceso a financiación barata y la competencia por activos valiosos aumentaron las valoraciones de las empresas objetivo.
Durante estos años se alcanzó la que entonces era la mayor cifra de la historia por volumen de operaciones según el consenso de diferentes consultoras, con 4,7 billones en 2015, impulsado por sectores como la tecnología, salud y energía. En los siguientes años, se redujo la actividad, pero se mantuvo en niveles altos, en el entorno de los 4 billones.
Hacia finales de 2019, había una expectativa creciente de que los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal de EE.UU., comenzarían a aumentar los tipos de interés para normalizar la política monetaria, lo que generó cierta cautela en el mercado de M&A.
El estallido de la pandemia tuvo un impacto inmediato y significativo en el mercado de M&A con una caída de la actividad. La incertidumbre económica global, junto con las restricciones operativas y la volatilidad de los mercados financieros llevó a una caída en el valor y volumen de las transacciones. Muchas empresas optaron por suspender o cancelar sus planes de inversiones y adquisiciones de pymes.
Pero pronto las economías comenzaron a adaptarse a la nueva situación y surgieron perspectivas de recuperación económica, lo que hizo que el M&A se reactivase de tal manera que en 2021 marcó un nuevo récord histórico, tal y como se han indicado anteriormente.
Esta recuperación fue impulsada por varios factores:
Los desconfinamientos, primero, y la guerra en Ucrania por la invasión rusa, después, dispararon la inflación, marcando máximos nunca vistos desde los años 80 y superando, en algunos países y meses, el 10%. Esto abocó a los bancos centrales a recuperar la normalidad de la política monetaria y subir los tipos desde el 0% hasta el 5,5% en Estados Unidos y el 4,25% en Europa, en la actualidad.
Ante este cambio de ciclo, que ha encarecido la financiación, y la enorme incertidumbre geopolítica y económica global existente el M&A pasó de los 5 billones en 2021 a los 2,5 billones en 2023, aunque en número siguió siendo elevado. Los inversores se han vuelto más cautos y selectivos, enfocándose en transacciones con sinergias claras y retornos sólidos.
Las medidas para doblegar la inflación ya han surtido efecto y los precios se aproximan al nivel objetivo. Los bancos centrales empiezan a cambiar su discurso, comenzando en alguna región el inicio de los recortes de tipos de interés, como en la zona euro.
Se dibuja un nuevo escenario de recuperación de la actividad del M&A.