En el mundo de los negocios, las operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A) son un paso estratégico crucial para el crecimiento y la expansión de una empresa. Sin embargo, este proceso genera preocupaciones e incertidumbre entre los trabajadores y tiene un impacto significativo en la cultura empresarial que hay que saber gestionar para que la transición hacia una nueva organización sea lo menos traumática para el capital más importante de una empresa: su talento.
Los empleados a menudo se sienten inseguros porque creen que sus puestos están en peligro por alguno de los siguientes factores:
En estas operaciones siempre hay duplicidad de departamentos lo que conlleva a una reestructuración que suele implicar un ajuste de la fuerza laboral.
En algunos casos, los empleados son reubicados geográficamente o son asignados a distintos equipos.
A veces, estos procesos conducen a cambios en las estructuras organizativas y en las responsabilidades laborales propias o de parte del equipo, lo que implica adaptarse.
La incertidumbre también puede afectar al ambiente laboral. Los trabajadores se vuelven más cautelosos y están más preocupados o, incluso, más irascibles lo que puede ir en detrimento de su productividad.
El mejor modo de evitar estos sentimientos entre los empleados es hacer que se sientan seguros y respaldados por la compañía, para lo que es necesario un plan de comunicación que aborde todo lo que implica para las personas la operación corporativa.
La cultura empresarial difiere ampliamente entre las empresas que se fusionan. La integración de dos formas de trabajar, de comunicarse y de organizarse se convierte en un desafío y da lugar a un estado híbrido que requiere tiempo para reajustarse.Es importante identificar y preservar los valores clave de ambas organizaciones durante la integración cultural. Estos valores pueden ser la base de la nueva cultura y deben mantenerse si son fundamentales para el éxito de la compañía. Ten en cuenta que, tal y como señalan desde McKinsey & Company, comprender la cultura organizacional y gestionar proactivamente es imprescindible para una integración exitosa.
La integración de sistemas, procesos y culturas suele implicar tiempo y recursos. Esto puede distraer a los empleados de sus tareas habituales y crear un ambiente de trabajo menos estable. Para prevenirlo, es preciso que afrontes los siguientes desafíos:
La consolidación de sistemas tecnológicos y procesos puede ser costosa y compleja. Garantizar la interoperabilidad y la transferencia de datos de manera eficiente es esencial.
Debe ser clara y constante. Los trabajadores necesitan entender por qué se está llevando a cabo la operación de M&A, cómo les afectará y cuáles son los planes de integración.
Los inversores y accionistas tienen que estar al tanto de los planes de integración y los beneficios esperados, pues su falta de apoyo obstaculizaría el proceso.
Con la integración de equipos y funciones, los empleados pueden enfrentarse a una mayor competencia interna por ascensos y reconocimientos. Esta situación puede afectar a la moral de los trabajadores de diversos modos. Algunos pueden verlo como una oportunidad para destacar y demostrar su valía, mientras que otros se sentirán estresados o desmotivados por la competencia constante. A estos últimos es importante dejarles claro que la empresa los valora y los tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones.
Un informe de KPMG sobre fusiones y adquisiciones (M&A) revela datos que subrayan la importancia de la cultura y las personas en el éxito de estas operaciones corporativas. Estas son las prácticas observadas en organizaciones con altas tasas de éxito en la integración:
Pero más allá de este impacto a corto y medio plazo en las personas y la cultura empresarial, connatural a cualquier movimiento de M&A, sin duda a medio y largo plazo las fusiones y adquisiciones ofrecen varios beneficios a las pymes cuando se realizan de forma estratégica y bien planificada. En este apartado, te mostramos los más significativos:
Al adquirir una empresa, una pyme puede heredar no solo su base de clientes, sino también sus activos, relaciones comerciales y canales de distribución. Esto acelera el proceso de adquisición de clientes y la expansión de la cartera de productos o servicios.
Las sinergias operativas, como la consolidación de funciones duplicadas o la optimización de procesos, ahorran costes y mejoran la eficiencia de la empresa combinada. Todo ello favorece un crecimiento más rápido al permitir una expansión rentable.
Cuando se compra una compañía con una presencia establecida en un mercado deseado, las pymes tienen la oportunidad de ingresar a nuevos mercados. Esto resulta especialmente beneficioso si los canales de distribución son costosos o inaccesibles.
A menudo, adentrarse en nuevos mercados implica cumplir con regulaciones locales y requisitos legales. La empresa que se ha adquirido puede tener experiencia en el cumplimiento normativo, lo que facilita la entrada a mercados regulados.
Por otro lado, a través de las M&A, las pymes pueden comprar compañías que ya tienen presencia en regiones o países donde no operaban. De este modo, acceden instantáneamente a mercados geográficos adicionales.
Si se hace de manera exitosa, puede incrementar el valor de la empresa, lo que es muy ventajoso de cara a futuras rondas de financiación o ventas.
Al fusionar dos empresas, se logran sinergias operativas. Gracias a ellas, una pyme puede aumentar su escala y alcance, y, así, se vuelve más atractiva para los inversores y accionistas, y se impulsa su valoración.
La diversificación de productos o servicios por medio de una adquisición reduce la dependencia de un solo mercado o producto y fortalece la posición de la compañía en diferentes sectores.
Por ejemplo, la compra de empresas tecnológicas o innovadoras puede impulsar la diversificación al proporcionar acceso a nuevas tecnologías o propiedades intelectuales. Esto resulta muy valioso en industrias en constante evolución.
Las M&A pueden proporcionar acceso a capital adicional para financiar el crecimiento y las inversiones, ya que los inversores pueden estar dispuestos a respaldar empresas con un historial exitoso de adquisiciones.
Asimismo, tienen la capacidad de atraer el interés de inversores externos, como fondos de capital riesgo, inversores ángeles o fondos de inversión. Ellos pueden otorgar capital adicional para respaldar el crecimiento y las inversiones de la compañía.
En resumen, las fusiones y adquisiciones pueden tener un impacto profundo en los empleados y la cultura empresarial. Gestionar estos cambios de manera efectiva requiere una planificación cuidadosa, una comunicación clara y un enfoque en el bienestar y el desarrollo de los empleados.