El Management Buyout (MBO) es una operación corporativa en la que los directivos de una empresa compran la compañía en la que trabajan, de forma parcial o íntegramente para tomar su control.
Tiene ventajas tanto para todas las partes y resuelve problemas como la falta de relevo generacional, algo que afecta a buena parte de las empresas familiares de nuestro país. De hecho, según un informe de IE University, únicamente un tercio logra llegar a la segunda generación.
Con independencia del tamaño de una empresa, una operación de MBO es una estrategia que puede beneficiar tanto al propietario actual como al equipo de gestión, especialmente en casos de sucesión, reestructuración o venta.
El proceso de MBO requiere de una valoración de la compañía. Para ello, se puede consultar con un asesor financiero para que realice una due diligence económica de la compañía y saber si es rentable, las expectativas de crecimiento y generación de free cash flow, cuál es el precio razonable a pagar y cuándo se puede amortizar la inversión. Los métodos de valoración pueden ser por múltiplos de EBITDA, Flujo de Caja Descontando (DCF) o valor de los activos tangibles e intangibles
Posteriormente llega el momento de la búsqueda de la financiación, bien con capital propio, con el bancario o abriendo la operación a inversores que actúen como socios capitalistas o industriales. También puede hacerse una combinación de las diferentes variantes.
Una vez que se tienen dados los dos pasos anteriores, hay que afrontar el tercero: la negociación y el acuerdo de compra. Esta puede ser la parte más larga y delicada, ya que influyen diferentes aspectos legales. Aquí se debe articular el precio, las condiciones de venta y otros detalles. Este acuerdo debe ser elaborado por abogados para que todo se articule conforme a la legalidad vigente.
Por último, una vez que está realizado el contrato final queda la firma y la ratificación. Es la parte más sencilla, ya que solo deben firmar las partes implicadas y hacerlo ante notario para que el acuerdo sea válido legalmente y el traspaso de la empresa sea efectivo.
Un MBO bien planificado puede ser una forma poderosa para que una PYME logre una transición exitosa, preservando el legado y desbloqueando nuevas oportunidades de crecimiento.
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