DAGU S.A. es una empresa con raíces profundas que se remontan a la Cooperativa de Producción y Comercialización Ganadera AGU, fundada en 1974 y transformada en una Sociedad Anónima en 1980. Nuestra empresa ha sido forjada por un grupo de veterinarios que incursionaron en la producción ganadera como un complemento a su vocación profesional.
Originalmente, la misión de la cooperativa era la comercialización conjunta de los huevos producidos por nuestros socios cooperativistas, una misión que perseveró incluso después de nuestra transformación en Sociedad Anónima en el año 2000.
Mi historia con la empresa comenzó en 1982, cuando me uní al equipo directivo de DAGU. Dos años más tarde, asumí el cargo de Director General. En el año 2000, tomé un papel más activo al unirme al accionariado de la compañía, y lo hice con un ambicioso plan estratégico que cambiaría radicalmente el rumbo de DAGU. Durante la siguiente década, nuestra empresa evolucionó de ser meramente una entidad comercial a abarcar todas las etapas del ciclo de producción avícola. Eso fue posible gracias a un sólido Plan Estratégico de Desarrollo Avícola Sostenible que trazamos y que ha sido fundamental en nuestra transformación.
En el año 2000, se rompió con el modelo cooperativista que había prevalecido hasta entonces. Esta transición fue marcada por la salida de algunos de los accionistas fundadores en un proceso que, en ocasiones, resultó traumático. Sin embargo, fue en medio de estas desafiantes circunstancias que se dio inicio a un proyecto ambicioso de desarrollo integral en toda nuestra cadena productiva.
Este proyecto abarcó desde la cría de ganado hasta la producción de piensos, pasando por la creación de laboratorios y más. Todo ello se llevó a cabo bajo el sólido concepto de sostenibilidad, que busca amalgamar la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la preservación del medio ambiente. Este enfoque se sustentó en un modelo de viabilidad económica sólida y se impulsó mediante un plan de investigación, desarrollo e innovación de gran envergadura.
En su conjunto, esta etapa impulsó inversiones que superaron los 40 millones de euros, y nos equipó con un tejido industrial líder en la vanguardia de nuestro sector.
A finales de 2017, el proyecto empresarial de DAGU se encontraba en un punto crucial, donde buscábamos liderar una consolidación en nuestro sector. Este enfoque nos permitiría continuar creciendo sin aportar una mayor oferta a un mercado ya saturado, al mismo tiempo que adquiriríamos la dimensión necesaria para atender eficazmente a una demanda cada vez más concentrada. Además, esta estrategia nos permitiría potenciar nuestra competitividad aprovechando las sinergias que surgirían durante el proceso de consolidación.
En este contexto, nos encontrábamos con la particular situación de contar con algunos de nuestros Consejeros y accionistas fundadores, sin un sucesor generacional claro y en una etapa de sus vidas en la que era razonable considerar la búsqueda de una sucesión. Este escenario nos llevó a una decisión unánime por parte del Consejo de Administración: la necesidad de buscar de manera ordenada fuera de la empresa un nuevo grupo de accionistas que aportara estabilidad a la compañía y atendiera los intereses de quienes deseaban vender sus participaciones.
Finalmente, la oferta de compra presentada se extendió a todos los accionistas de la Compañía, con la excepción del equipo directivo, que mantuvo sus paquetes accionariales y continuó al frente de DAGU con sus responsabilidades intactas.
El factor fundamental radicó en la identificación de inversores que compartieran la visión del proyecto empresarial, dispuestos a respaldar el plan de consolidación sectorial con solidez financiera y comprometidos a mantener una presencia estable a largo plazo sin imposiciones temproales. Evidentemente la valoración obtenida por los accionistas que salían de DAGU fue considerada, se ubicó en segundo plano. La prioridad inquebrantable siempre fue el proyecto empresarial y su continudad.
En nuestro proyecto de consolidación sectorial, el socio financiero desempeña un papel de vital importancia al proporcionar los Fondos Propios necesarios para posibles adquisiciones dentro de nuestro sector. Sin embargo, su valor va más allá de la financiación. También resulta fundamental en la estructura del nuevo Consejo de Administración. Este consejo está configurado de manera que integra a los accionistas directivos, quienes cuentan con una amplia experiencia en el negocio, junto a la representación de inversores compuesta por expertos en finanzas y fusiones y adquisiciones (M&A). Esto proporciona a la compañía un equipo altamente capacitado, con la autonomía y un compromiso total para gestionar con éxito el proyecto de consolidación.
Y tú… ¿Estás preparado para cerrar un Deal?